7.4.12

fly away

Te gustaba cazar las mariposas más bonitas del jardín, con alas grandes y dibujos estrambóticos de mil colores. Pero fuiste a por la menos indicada, a la que corre hacia la tormenta en vez de esquivarla. En busca de tu objetivo, perdiste tu esencia y cuando conseguiste atraparla ya no quedaba nada. Le preguntaste su nombre con deje inocente y ella te lo desveló abriendo las alas. La palabra soledad impregnada en tinta negra.

—  ¿Me quieres, Soledad?   

La pregunta la hizo revolverse inquieta. Un veneno habría sido más llevadero que el peso de dar respuesta. Tras eso, ella batió sus alas con fuerza y voló lejos de allí.