Este es el precio que pagas por amarme. Bang, BANG.  Estás muerto.

marionetas del destino

- Verá Doctor, ¿nunca ha pensado en la muerte? Es decir, la gente habla de ella como si fuera un hecho: algo que forma parte de la vida. Uno nace, vive y finalmente muere. para la mayoría de la gente. Pero, ¿nunca se ha parado a pensar en que la muerte es algo más allá? Como un dios omnipotente que manda sobre todo. Un dios al que le gustan los juegos de azar. Él dice el quién, el cuándo, el dónde y el cómo, y entonces pasa. Alguien o algo muere sin razón alguna, solamente porque Él lo quiso.

 - ¿De qué está hablando?

 - Pregunté entre sollozos.

 - Doctor, Muerte ha tirado sus dados, ¿y sabe qué? Usted es el quién.

De repente todo se volvió negro, noté como el frío invadía mi cuerpo y en mis últimos instantes pensé que tal vez tenía razón: que todo esto es un juego, que todo está escrito y que ni yo ni nadie puede cambiarlo, porque simplemente somos marionetas del destino.